Clarence y la nostalgia de la niñez
- candybrainblog
- 5 may 2017
- 4 Min. de lectura

Clarence es el nombre del protagonista, un niño de aproximadamente unos 10 años que vive en Aberdale, una ciudad norteamericana en la que la monotonía y las costumbres estandarizadas no le impiden desplegar toda su frescura infantil en los hechos, nada extraordinarios, que le ocurren junto a sus amigos. Los temas a los que Clarence se enfrenta en cada capítulo son de corte cotidiano, a veces sin un conflicto demasiado explícito a resolver, en muchas ocasiones muestran situaciones simples pero que encierran la complejidad de las relaciones que mantiene con quienes lo rodean, ya sean sus maestros, pares, parientes o personajes de la comunidad en la que vive. Los eventos se conviertan en grandes historias a partir de la voluntad y buenas intenciones que aporta el personaje de Clarence para modificar alguna situación injusta generalmente allí planteada.
Su aspecto es de un niño regordete y rosado, su personalidad extremadamente optimista y alegre. Su imaginación y buenas intenciones lo llevan a convertir la realidad en algo mucho mejor, el mundo, por más hostil que sea, deja de serlo desde su mirada. No necesita un gran estímulo para generar una aventura épica junto a sus amigos, los más simples acontecimientos lo incentivan para desplegar su imaginación en búsqueda de un fin loable. Es popular entre sus compañeros de clase gracias a su forma de ser divertida, no se caracteriza por ser muy inteligente, sin embargo, no es considerado un tonto por su entorno. Su inocencia es profunda como así también lo es su nobleza y buenos sentimientos, los amigos son su mayor tesoro. Parecería no tener internalizada la mirada crítica de los otros ni el miedo al ridículo, por el contrario se lo muestra disfrutarlo cuando ve la reacción entretenida que provoca en los otros. Proviene de una familia de clase media, su madre Mary es peluquera, se la muestra muy cariñosa y paciente con su hijo alentándolo y apoyándolo aún cuando sufre por los desastres que provoca. Su padre no aparece ni se lo menciona en los episodios, aunque sí el novio de su madre, Chad, mostrándolo como un persona cariñosa con él y su madre a quien lo une una muy buena relación.
Sus amigos Jeff y Sumo son quienes lo acompañan en cada aventura, no sin poner reparos ya que son muy diferentes uno del otro. Jeff es un niño obsesivo, pálido, sin herramientas para el roce social, temeroso y con una gran conciencia moral, ha internalizado las reglas de la sociedad en la que vive de modo muy rígido. Trata de operar como freno ante las locuras que intenta Clarence, pero no lo logra ya que finalmente es convencido por él, quien actúa como el motor de escape para el estructurado modo de vida de Jeff.
En cuanto a Sumo, es más caótico desde todo punto de vista, lleva un aspecto de skinhead con la cabeza rapada, vestimenta oscura y arito en su oreja. Es un poco menos inocente, más rudo y de origen más humilde que sus compañeros. Parecería ser el más desamparado emocionalmente de los tres, tal vez relacionado a su origen social y su familia numerosa. Sin embargo, lucha por mantener la inocencia y demuestra su lealtad y buen corazón, mostrándose siempre dispuesto a colaborar y aportar a Clarence lo que le es propio, una pizca de descontrol que su amigo toma inocentemente y, en ocasiones, termina siendo el desencadenante del desastre en la tarea que están llevando a cabo.
La dinámica del grupo muestra el rol de líder que detenta Clarence ya que, por las personalidades antagónicas de sus amigos, pareciera imposible que pudieran ser amigos sin la presencia de Clarence operando como un moderador y aglutinante entre ellos.
Lo destacable, durante el desarrollo de los conflictos, es la actitud de Clarence ante las situaciones que terminan saliéndose de control, siempre las afronta de modo positivo, con optimismo, divirtiéndose con ellas y encontrando allí el disparador para la aventura. Las situaciones a las que se enfrenta generalmente ponen de manifiesto la injusticia de la sociedad en la que crece pero son tomadas por el personaje como oportunidades para desplegar su imaginación mientras trata de resolverlas, divertirse y cambiar el mundo cotidiano que le rodea con el objetivo de ayudar a alguien cercano o a sí mismo. El nudo del conflicto en la trama se da cuando las buenas intenciones de Clarence no alcanzan para llevar a cabo sus siempre nobles cometidos, sin antes meterse en problemas junto a sus amigos. Los conflictos se desencadenan uno tras otro pareciendo no tener punto de retorno hasta que terminan resolviéndose favorablemente gracias al aporte de trabajo optimista de Clarence quien lidera a quienes los acompañan en la aventura.
Por la naturaleza de las situaciones que se suceden que son de corte cotidiano, la serie explora los rincones más nostálgicos de la niñez, la capacidad de crear aventuras épicas con tan solo lo que nos rodea junto a la inseparable e incondicional ayuda de los amigos, quienes a pesar de ser radicalmente diferentes en cuanto a sus personalidades, crianza y origen social encuentran su punto de unión en lo más puro que tiene cada uno, la inocencia y la capacidad de juego.
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